Tres citas de San Agustín me ayudan a reflexionar estos momentos tan únicos en la historia de la humanidad: “El temor es el comienzo de la conversión”. “Antes de llenar...
LeerTres citas de San Agustín me ayudan a reflexionar estos momentos tan únicos en la historia de la humanidad:
San Agustín – uno de los grandes conversos en la historia del Cristianismo – vendió sus propiedades y repartió lo que tenía entre los pobres, y se pasó a la vida monacal, buscando siempre la soledad y el aislamiento, encerrado en sí mismo. El lugar más idóneo donde encontrar la verdad, la palabra de Dios y el amor y así poder expresarlo en sus pensamientos escritos.
Dios en su ser Padre providente: permite que esta prueba – esta oportunidad de conversión – la vivamos en CUARESMA. Un virus invisible a nuestros ojos, nos ha puesto a temblar; ¡pensábamos que lo controlábamos todo! porque dejamos de creer en quien lo ha creado todo: Dios. Somos sus amados hijos, creaturas, necesitadas… frágiles y dependientes. Hemos perdido el temor de Dios, «don del Espíritu que nos recuerda cuán pequeños somos ante Dios y su amor, y que nuestro bien está en abandonarnos con humildad, con respeto y confianza en sus manos«. Papa Francisco, Junio 11, 2014
Cuaresma es camino de conversión… dale la oportunidad al temor que lees, escuchas y sientes de ser transformado en don de humildad, abandono y confianza en Dios que es PADRE bueno, buscador de tu verdadero bien.
REZAR.
2. Antes de llenar el vaso con el líquido bueno hay que derramar el malo
La historia no ha sido testigo de una respuesta mundial como la que estamos viviendo, la globalización y la tecnología son actores nuevos en el escenario mundial. Todo se sabe, todo se contagia. Cuanto mal se vive y promueve haciendo ruido – esta es la hora de que el bien deje de guardar silencio. «Y la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado». Romanos 5:5 – ¡Pase lo que pase, creamos que el bien del Amor triunfará sobre el mal!. Abramos el corazón esta cuaresma y dejémosle amarnos derramando su Gracia y Amor en este tiempo de prueba… ¡Confiémos!.
REPARAR.
3. Cuida del orden y el orden cuidara de ti
El orden dado por quien lo ordenó todo ha sido herido por la soberbia del hombre – creyéndose el centro del universo. Es esta la hora de mirar al cielo y contemplar nuestra pequeñez, de reconocer que lo que no vemos y tocamos es en realidad lo que le da sentido a nuestra existencia. El amor y la solidaridad en comunidad como respuesta, es lo único que puede frenar el contagio – así, ¿o más claro?. Jesús fue obediente quedándose en casa antes de su vida pública, se retiró al desierto 40 días para enseñarnos el camino para descubrir nuestra identidad: Somos necesitados, no podemos solos. Es, en su vida pública donde nos enseña el orden que estamos llamados a vivir para descubrirnos amados y llamados a responder amando – Su vida y enseñanzas están en la Biblia.
«El Señor Dios dio este mandato al hombre: Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte«. Génesis 2,16. Cuando Dios da un mandato, establece una alianza. El es Creador, Señor, Justo y Padre que por amor ordena… La desobediencia rompe, fractura, hiere la alianza, porque rechazamos nuestra identidad de hijos.
«Nuestra verdad es que, ante todo, somos creaturas, creaturas de Dios, y vivimos en relación con el Creador. Somos seres relacionales, y solo entramos en la verdad aceptando nuestra relacionalidad; de lo contrario, caemos en la mentira y en ella, al final, nos destruimos. Somos creaturas y, por tanto, dependemos del Creador».
Cardenal Robert Sarah, Se hace tarde y anoche, p.184
OBEDECER.
«No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien a aquel que puede arrojar el alma y el cuerpo a la Gehena. ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo. Ustedes tienen contados todos sus cabellos. No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros» Mateo 10, 29:34
Encuentra – como San Agustín – en la soledad y aislamiento encerrado en tu casa, ¿Qué quiere decirte y hacer Jesús ésta CUARESMA en tu corazón?